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Este plato, con su combinación de especias y frutas dulces, se inspira en sabores marroquíes. Sírvalo con cuscús mezclado con un puñado de garbanzos cocidos.
Para 4 personas
1 Mezcle el pollo con la mitad del jengibre, el ajo, la mitad del zumo de limón, el aceite de oliva, la canela, la sal y mucha pimienta. Déjelo marinar. Mientras, corte las uvas negras y verdes con pepitas por la mitad, retire las pepitas y resérvelas. Añada las uvas verdes sin pepitas a las otras.
2 Caliente el horno a 180°c/ 350°F. Caliente una cacerola resistente al fuego. Retire el pollo del adobo, colóquelo en la cacerola y cocínelo hasta que se doren todos los lados. (Debería haber aceite suficiente en el pollo para dorarlo, pero si no es así, añada un poco más).
3 Ponga algunas chalotas en la cavidad del pollo con el ajo y el jengibre del adobo y cuantas uvas quepan dentro. Áselo 40 minutos o hasta que el pollo esté cocinado.
4 Retire el pollo de la cacerola y manténgalo caliente. Vierta el aceite restante de la cacerola, reservando cualquier sedimento en la base. Añada el resto de las chalotas a la cacerola y cocínelas 5 minutos hasta que estén blandas.
5 Agregue el resto de las uvas y del jengibre, el caldo y cualquier jugo del pollo asado, y cocínelo a fuego medio hasta que las uvas se hayan convertido en un salsa espesa. Sazone con sal, pimienta negra molida y el resto del zumo de limón al gusto.
6 Sirva el pollo en plastos calientes, rodeado de salsa y de las uvas reservadas.
por Marlena Spieler (COCINA TRADICIONAL JUDIA Y KASHER)